viernes, 26 de julio de 2013

El ultimo tango... llegan los aplausos

Se termina un semestre y con ello el ciclo de Terapia Ocupacional y estrategias de intervención I, el tema de creatividad, de trabajo en equipo, de imaginación, fueron fundamentales a través del curso, lo disfruté mucho en lo personal, me permitió descubrir nuevas aristas no tan sólo de mi misma, sino también de mis compañeros, sentirme perteneciente a ese grupo de personas que forman mi segunda familia ahora.  Recopilando cada segundo en clases, muchos recuerdos se agolpan en mi mente, felicidad, algunas lagrimas, emoción y muchas pero muchas sonrisas y risas.
Fue un gran semestre, a pesar de todos los incovenientes, cada actividad realizada fue muy interesante e hizo aflorar en mi cosas que no pensé mostraría jamás. Me siento más imaginativa, menos lógica, menos “cuadrada”, lo que más aprecio de todo este proceso es la nueva visión de mundo que que tengo ahora. Las posibilidades son infinitas, en cada objeto, en cada persona hay una gran cantidad de posibilidades, para crear, para ayudar, para imaginar y soñar, el lienzo del universo es el límite para crear y aun así, encontraría la posibilidad de seguir creando. Como futura terapeuta veo la gran importancia de la creatividad, de poder ver donde otros no pueden ver, porque la intervención se trata de eso: de imaginar, de pensar diferente, de crear cosas nuevas, de reinventar, para poder dar apoyo a los usuarios y darles la satisfacción máxima al ayudarlos. Además de lo que gané en autoconocimiento me permite ser mejor en todo aspecto, conocer mis virtudes y falencias, me dan las herramientas necesarias para poder mejorar, para poder darlo todo al hacer esto que tanto me gusta, esto que será mi profesión y para la cual estoy estudiando y aprendiendo de todo, para sentirme realizada al ayudar a cada persona que llegue a mis manos, para poder conocer su historia y saber perfectamente qué hacer y cómo hacer para solucionar sus problemas.
La creatividad no es sólo importante para esta profesión, sino que para todas e incluso en la vida misma, tener la capacidad de imaginar, de crear, de pensar de nuevas formas nos permite abrir puertas, encontrar la llave de nuevos que explorar y eso le da riqueza a la vida, a uno mismo y a la sociedad.
Debo decir que 500 palabras muchas veces se me hicieron muy pocas, me faltó espacio para describir todo aquello que viví, para decir todo lo que pasaba por mi cabeza al escribir, al recordar, al conectar cada vivencia con mi carrera, con la vida, con lo que soy.

También otras se me hicieron eternas, no saber que decir al momento de escribir, fue de lo peor...

En esta ocasión cerramos un ciclo y comenzaremos otro completamente nuevo, lleno de nuevos desafíos, de nuevas experiencias y todo lo aprendido aquí en estrategias es un conocimiento valioso, no sólo como estudiante o como futuro profesional, sino que como experiencias para la vida misma, lo cual, según creo es lo más valioso que puede dejar cualquier cosa vivida.

Cariño... Regalos... Autoconocimiento... Creatividad...

Y llegó el momento de entregar los regalos, el concepto escogido: Autoconocimiento. Nos juntamos los seis, Lindsay, Pablo (Fernández), Daniza, Belén, Javiera, Marcela y yo, en el parque acordado, un muy bonito lugar para hacer la entrega de los regalos que con dedicación y cariño creamos para cada uno de nuestros compañeros. Cada uno procedió a explicar por qué había hecho cada regalo, que era lo que quería representar con cada objeto con cierta emoción,  nos intercambiamos nuestros objetos. Recibí seis regalos, cada uno diferente y particular,cada uno con la marca personal de quien lo creó, es increíble como un objeto sencillo y simple adquiere tal valor al ser tomado, creado, modificado por otro, la persona le regala su esencia, le da su toque personal y deja en él una parte de sí. Que bonito es recibir un obsequio con ese detalle que lo hace tan único y especial. Les agradezco profundamente a mis compañeros y futuros colegas, parte de mi nueva familia de Terapia Ocupacional, por los presentes, me gustaron muchísimo y también espero que aprecien mis regalos, que, a pesar de su sencillez, fueron hecho con mucho cariño y dedicación para cada uno.
Mis seis regalos, mis seis presentes, son cosas que, en cierto modo me representan, tomamos el auto conocimiento como lo que cada uno sabe de sí mismo, porque: ¿Quién se conoce mejor que uno mismo? La respuesta puede ser confusa y quizás polémica, porque muchas veces erramos en la percepción de uno mismo, pero aun así somos nuestros mejores amigos y nuestro peor enemigo, y creo, por la misma razón, que podemos sabotearnos y apoyarnos porque sabemos cuales son nuestras fortalezas, debilidades, aptitudes y virtudes. Describiendo un poco cada presente; Belén nos regaló a cada uno un libro que dentro contenía páginas con las cosas que nos gustan y páginas en blanco para que nosotros mismos pudiéramos seguir escribiendo nuestra historia y lo que somos.  Lindsay hizo un regalo diferente para cada uno, el mío es un diario, que en su portada tiene recortes y dibujos de las cosas que más me gusta hacer y ver para que pueda escribir y escribir y escribir, que es una de las cosas que me encantan. Pablo me regaló una cantimplora, que como el explicó tendría fondo infinito para que cuando recorriera bosques y parques y todos esos lugares naturales que me encantan nunca me faltara el agua revitalizante y pura.  Marcela tomó mi gusto por los libros y me regaló uno con cosas que me identifican, además de tener las páginas de color marrón, como envejecidas, algo muy retro que me gustó mucho.  Javiera me dio un frasquito con flores y pastito muy bonito que simboliza la belleza interior. Por ultimo Daniza me dio un lindo espejo decorado, que como ella explicó era para que pudiera mirarme y aceptarme, con virtudes y defectos. Doy las gracias por tan bonitos presentes, lo que representan es algo especial y único.

Finalmente, dejaré una fotografía de mis regalos para cada uno.

jueves, 18 de julio de 2013

Drama III: Muestrame a quien más quieres

Hoy se ha cerrado un ciclo... La última clase de drama se ha realizado, en cierto modo, hemos bajado el telón ya, pero no lo haré yo sin antes dar un poquito de reflexión al asunto. Luego de una larga espera, el grupo faltante mostró a una fotografía de la persona a quien más quiere y contó su por qué; como espectadora, una vez más, no pude evitar pensar en quien era esa persona a quien yo más quiero, no es una decisión fácil, por lo menos para mí, muchas de personas han pasado por mi vida y muchas han dejado huellas de profundo cariño, imborrables. En cada historia de mis compañeros sentí el reflejo de alguien a quien quiero profundamente y de quien me gustaría cuidar y proteger. Recordé buenos y malos momentos, las risas y los llantos y todo aquello que hace a esas personas tan especiales en mi vida y también oí lo que hace especial a cada uno de los que fueron presentados en la fotografía, para cada uno el criterio es diferente, lo que me hizo reflexionar acerca de cual es el
 valor de una persona, cómo se mide, quién lo decide... Hoy vi en cada uno una decisión, una visión global de todos a quienes consideraron importantes, evaluando sus pros y sus contras, incluso hasta pensando en que pensarían quienes no fueron escogidos, cada persona tiene su valor e importancia dentro de la vida de otra y eso queda grabado a fuego para siempre. Hay personas que pasan y se olvidan y otras, que dejan una huella imposible de borrar, por mucho que hayan circunstancias adversas, el recuerdo y el cariño hacia aquella persona siempre queda y son esas las que uno más quiere, y por supuesto, de quienes hablamos hoy. Pero además de eso, cada individuo en esta tierra posee un valor innato, algo con lo que nacemos todos, lo que nos da derechos y deberes en este mundo y que, se podría decir, son “nuestra razón de ser”, pero yo me pregunto ¿Ese valor cambia? ¿Disminuye o aumenta por las acciones? ¿Es el cariño suficiente para dar valor a nuestra “razón de ser”? ¿Quiénes definen nuestro valor? ¿Nosotros? ¿La sociedad? ¿Conocidos o desconocidos? Me planteo la pregunta, porque muchas veces vemos personas que se sienten disminuidas o que las sentimos disminuidas y tendemos a tratarlas como inferiores, como si su dignidad, como si ese valor innato no fuese suficiente como para tratarlos como un igual, como para tratarles como a aquellos a quienes amamos, a veces nos sentimos superiores, por el simple hecho de tener valor para otros e incluso para nosotros mismos. En ese sentido, creo firmemente que lo que más nos engrandece es la humildad de reconocer en el otro a alguien grande, tanto o más que aquellos a quienes les damos nuestro cariño por lo que significan para nosotros. Creo que el entregar amor sin necesidad de que este sea para quien estimamos nos hace invaluables como seres humanos.


El valor no se mide en pesos, ni gramos, ni centímetros, se mide en el alma, el corazón y el espíritu... y eso no se puede cuantificar...