Quinta clase. Llegaba la segunda parte (y final) de la
creación de nuestras máscaras, era la hora de pintarlas y adornarlas, como es
costumbre, olvidé algo en mi casa y, lamentablemente, fueron los adornos que
podía utilizar para crear mi máscara y no sólo pintarla. Pero como ya no había
llevado materiales (y mis amigos tampoco) comenzamos a trabajar con témperas,
no antes, por supuesto de reírnos con bastantes ganas de las máscaras de
algunos de nosotros que, por la inexperiencia de quien se las hizo, quedaron
bastante deformes... y eso era algo que un poco de lija y pasta muro no podrían
arreglar jamás. Pero ya que había que trabajar nos pusimos manos a la obra.
Pinté mi máscara, debo admitir, con muy poco esmero, quería hacer algo bonito,
pero no me sentía inspirada y sentía que no tenía todos los implementos para
hacer que se viera bien, o más que eso, que se viera como yo quería. Ahora les
mostraré el antes y el después (después de que decidiera pintarla blanca otra
vez, hacerle ojos y otras modificaciones menores):
Después |
Antes |
Ya con mi máscara terminada no puedo evitar pensar en lo
relajante que fue, en lo motivador y entrenido que fue su creación y creo que,
como futura terapeuta, es una buena forma de intervención, quizás como un tipo
de ergoterapia,
según los artículos que he tenido la oportunidad de leer, la pintura es muy
beneficiosa para tratar a los usuarios sobretodo en el área de salud mental, ya
que no solo los ayuda a mejorar sus capacidades creativas y darles una
oportunidad de plasmar parte de sus vivencias y su universo tan desconocido
como incomprendido por el resto de la humanidad, sino también es útil a los
profesionales que tratan a estos pacientes, ya que a través de sus obras se
puede monitorear lo que sucede dentro de la mente de los usuarios y así
ayudarlos de forma más íntegra. Además de eso, la pintura les ayuda a mejorar
su estado psíquico, su ánimo y disminuir la necesidad de fármacos, lo que son
mejoras notables. Mirando las ergoterapias no sólo como la pintura, también
están las manualidades, como la bisutería, carpintería ( o incluso crear
máscaras con un poquito de yeso) son una buena oportunidad para tratar a
personas con deficiencias en su motricidad, con problemas de aprendizaje, entre
otros. Como dijo el profesor Zabala: “Cualquier cosa puede ser terapia
ocupacional” y yo le creo, es sólo mantener la mente abierta y pensar distinto,
con sólo un poquito de creatividad podemos lograr grandes cosas.
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