Cuarta clase. Sonidos creativos, ese era el tema que nos
tocaba hoy, nos pidieron que lleváramos instrumentos, y yo luego de mucho
pensarlo, llevé una humilde flauta, dado que a pesar de que en mi casa hay
muchos instrumentos (violín, guitarra, metalófono (el cual no encontré),
órgano, flauta traversa), no sé tocar ninguno bien, por lo que me avergonzaba
un poco llevarlos, además de la incomodidad que me generaría llevarlo en la
mañana en el metro lleno... pero en fin, me agradaba la idea de conectarme con
la música, ya que siempre he estado ligada a ella de muchas formas, a través de
la danza, el canto, de las personas que me rodean, del mismo intento por aprender
a tocar un instrumento. El sonido, la música, uno de mis más grandes amores,
siempre ha sido mi método de escape, mi relajo, mi alivio, así que la
perspectiva de esta clase me atraía muchísimo y tenía gran entusiasmo por saber
que haríamos.
El alboroto llenaba Brígida Flores, se sentía en el aire un
entusiasmo casi de niños: ese es el efecto de la música, de los instrumentos,
del sonido mismo, tiene la capacidad de transportarte siglos atrás. Luego de
tranquilizar los ánimos, la profesora nos pidió que dejáramos los instrumentos
en el centro del salón y luego comenzáramos a caminar alrededor de la
sala, para relajarnos, para comenzar a
concentrarnos en el trabajo. Posteriormente, cada uno tomó un instrumento y
observando imágenes proyectadas de colores y palabras que representaban
sentimientos, debimos tratar de representar por medio del sonido lo que
estabamos observando... Nada muy armonioso en mi opinión, pero hubieron colores
y palabras, como rabia, rojo, tristeza o azul en los que se notaba el
contraste del sonido. Luego se nos pidió que nos separáramos según el tipo de
instrumento que teníamos en nuestras manos, a mi me tocó con los vientos por
supuesto, y la idea era que creáramos una armonía juntos, fue algo interesante,
escuchar como todos los otros tipos de instrumentos creaban sus propias
armonías fue algo magnífico.
El sonido, la música en sí forma parte de la vida diaria y
no nos damos cuenta, o por lo menos, no siempre le tomamos el peso, la forma en
que puede influir en nosotros va en todos los aspectos de la vida, desde los
más beneficiosos como la musicoterapia o los pulsos binaurales hasta algunos
que no lo son tanto como los mensajes subliminales que pueden ser utilizados
para mover a las personas a hacer lo que se les pida... Pero me voy a quedar un
poco con un aspecto beneficioso, los pulsos binaurales, los encontré una vez
que buscaba una forma de poder concentrarme con mayor facilidad y consisten en
una serie de sonidos que actúan a nivel de las ondas cerebrales y activan
algunas zonas y su efecto es permitir una mejor concentración. Ya sea por
efecto placebo o realidad, son bastante útiles. Para finalizar dejo un vídeo, espero que les agrade es una de mis favoritas.
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